miércoles, 9 de febrero de 2011

EL SUICIDIO

                                                   


"Durante la adolescencia, etapa de desarrollo por la que atraviesa todo individuo, se presentan en los jóvenes cambios difíciles que les producen ansiedad y depresión hasta llegar, en muchas ocasiones, a una tentativa de suicidio. Este intento plantea el problema de la depresión como vivencia existencial y como una verdadera crisis de la adolescencia. La manipulación de la idea de la muerte en el joven suele ser frecuente, pero debe hacerse la diferencia entre el adolescente que piensa en el suicidio como una llamada de auxilio, como una manera de comunicar su descontento a los demás, el que ve el suicidio como una idea romántica y aquél que realmente lo lleva a cabo. Si cerca de nosotros se encuentra algún adolescente cuyo comportamiento indique que intentará suicidarse, atendamos sus señales, pues podemos darle el apoyo necesario para superar su problema.
El suicidio de los
 adolescentes es un tema que suele callarse y evadirse pues impacta y cuestiona el sistema familiar y social en que vivimos; sin embargo, es importante conocer y reflexionar en las causas que llevan a un joven a su autodestrucción, así como saber cuál es el significado de este acto y cómo puede prevenirse. 
Vino da, uno de los expertos en el tema, dice que el suicidio es un fenómeno complejo que comprende factores físicos, sociales y psicológicos que actúan e interactúan; sin embargo, la forma en que el individuo se relaciona con su
 medio ambiente y cómo afecta este último su personalidad, son causas que determinan que el individuo intente suicidarse o no.
Todos los suicidios y los intentos suicidas hablan de una crisis emocional, de una perturbación en la forma en que se vive, de un desacuerdo social, además de otros factores adicionales que revisaremos más adelante.
 El suicidio es el resultado de un acto de la víctima dirigido contra su propia vida, acto que puede ser una lesión autoproducida o suicidio, o la realización de una actividad extremadamente peligrosa que, con toda probabilidad, conduce a un accidente fatal. Otro tipo de suicidio es el que se conoce como submeditado, en donde la intención de morir no es consciente, de manera que la víctima -sin reconocerlo- se autodestruye lentamente. Es el caso de las personas que padecen una enfermedad provocada por sentimientos negativos o estados emocionales que afectan la salud física. Otra forma indirecta de autodestrucción consiste en la ingestión de substancias dañinas para la salud como drogas, alcohol y tabaco.
Schneiderman clasifica la
 conducta suicida en cuatro tipos:
1. La conducta suicida impulsiva, que generalmente se presenta después de una desilusión, de una frustración o de fuertes sentimientos de enojo;
2. la sensación de que la vida no vale la pena, sentimiento que suele resultar de un
 estado depresivo. Aquí, el adolescente considera que sus sentimientos de minusvalía y desamparo nunca desaparecerán;
3. una enfermedad grave, que puede llevar al individuo a pensar que "no
 hay otra salida",

4. el intento suicida como
 medio de comunicación, en donde el joven no desea morir pero, quiere comunicar algo por medio del
suicidio y, así, cambiar la forma en que lo tratan las personas que lo rodean. También puede ser un intento por
 atraer el interés de los demás o un medio para expresar sus sentimientos de enojo.

Farberow menciona que, en la gran mayoría de los casos de suicidio, suele
 haber un elemento de comunicación en el comportamiento del adolescente y que, generalmente, éste exterioriza llamadas previas de auxilio. Dicha comunicación puede presentarse en forma verbal, por medio de amenazas o de fantasías; o no verbal, en donde surgen desde verdaderos intentos de autodestrucción hasta comportamientos dañinos menos inmediatos y menos directos. Estas llamadas de auxilio se dirigen frecuentemente a personas específicas con el objeto de manipular, controlar o expresar algún mensaje a dichas personas, y con ello se espera provocar una respuesta particular. El joven intenta producir acciones o sentimientos particulares en las personas que lo rodean o pretende avergonzar o despertar sentimientos de culpa en ellos.
La adolescencia, como etapa de desarrollo de todo individuo, es una etapa dolorosa en que el joven pasa por cambios difíciles que le producen ansiedad y depresión. Por esto, la tentativa del suicidio es una de las conductas más significativas del adolescente. Por el contexto depresivo que la envuelve, la tentativa de suicidio plantea el problema de la depresión como vivencia existencial y como una verdadera crisis durante la adolescencia. La manipulación de la idea de muerte en el joven suele ser frecuente; sin embargo, hay que distinguir entre el adolescente que piensa en el suicidio, inclusive como una idea «romántica», y aquél que realmente lo lleva a cabo.

Durante esta etapa, el adolescente se siente muy inseguro en razón de su desarrollo
 corporal y, en ocasiones, puede llegar a sentir «que su cuerpo es algo aparte de él». De hecho, siente la necesidad de dominar su cuerpo que se encuentra en constante cambio; pero como puede vivir su cuerpo como un objeto casi externo y extraño, siente que en el momento del intento suicida su cuerpo no es el que realmente recibe la agresión ni que canaliza hacia él sus tendencias agresivas y destructivas. Por otro lado, durante la adolescencia, el individuo abandona gran parte de sus ideas e imágenes infantiles, tan importantes para él durante todo su desarrollo anterior. De esta manera el intento suicida puede ser la representación de su trabajo de duelo. De acuerdo con Aberastury, durante la adolescencia se elaboran tres duelos básicos: a) el duelo por el cuerpo infantil, b) el duelo por la identidad y el rol infantil, y c) el duelo por los padres infantiles, es decir, el duelo por la imagen con que percibía a sus padres durante la infancia. En una situación ideal, la elaboración de estos duelos permitirá que el adolescente continúe con su desarrollo.
El suicidio de los adolescentes puede tener varios significados, aparte de los mencionados. Éstos son aplicables a todas las edades de la vida, pero debe advertirse que, en
 función de la madurez del individuo, hay significados que se aplican preferentemente a ciertos períodos de la vida.
Beachler describe varios significados posibles:
1. La huida, es decir, el intento de escapar de una solución dolorosa o estresante mediante el atentado en contra de su vida, ya que ésta se percibe como insoportable; 
2. el duelo, cuando se atenta contra la vida propia después de la pérdida de un elemento importante de la
 persona;

3. el castigo, cuando el intento suicida se dirige a espiar una falta
 real o imaginaria. Aquí el joven se siente responsable por un acto negativo y desea auto castigarse para mitigar la culpa; 

4. el crimen, cuando el joven atenta contra su vida, pero también desea llevar a otro a la muerte;

5. l"Durante la adolescencia, etapa de desarrollo por la que atraviesa todo individuo, se presentan en los jóvenes cambios difíciles que les producen ansiedad y depresión hasta llegar, en muchas ocasiones, a una tentativa de suicidio. Este intento plantea el problema de la depresión como vivencia existencial y como una verdadera crisis de la adolescencia. La manipulación de la idea de la muerte en el joven suele ser frecuente, pero debe hacerse la diferencia entre el adolescente que piensa en el suicidio como una llamada de auxilio, como una manera de comunicar su descontento a los demás, el que ve el suicidio como una idea romántica y aquél que realmente lo lleva a cabo. Si cerca de nosotros se encuentra algún adolescente cuyo comportamiento indique que intentará suicidarse, atendamos sus señales, pues podemos darle el apoyo necesario para superar su problema.
El suicidio de los
 adolescentes es un tema que suele callarse y evadirse pues impacta y cuestiona el sistema familiar y social en que vivimos; sin embargo, es importante conocer y reflexionar en las causas que llevan a un joven a su autodestrucción, así como saber cuál es el significado de este acto y cómo puede prevenirse. 

Vinoda, uno de los expertos en el tema, dice que el suicidio es un fenómeno complejo que comprende factores físicos, sociales y psicológicos que actúan e interactúan; sin embargo, la forma en que el individuo se relaciona con su
 medio ambiente y cómo afecta este último su personalidad, son causas que determinan que el individuo intente suicidarse o no.
Todos los suicidios y los intentos suicidas hablan de una
 crisis emocional, de una perturbación en la forma en que se vive, de un desacuerdo social, además de otros factores adicionales que revisaremos más adelante. 

El suicidio es el resultado de un acto de la víctima dirigido contra su propia vida, acto que puede ser una lesión autoproducida o suicidio, o la realización de una
 actividad extremadamente peligrosa que, con toda probabilidad, conduce a un accidente fatal. Otro tipo de suicidio es el que se conoce como submeditado, en donde la intención de morir no es consciente, de manera que la víctima -sin reconocerlo- se autodestruye lentamente. Es el caso de las personas que padecen una enfermedad provocada por sentimientos negativos o estados emocionales que afectan la salud física. Otra forma indirecta de autodestrucción consiste en la ingestión de substancias dañinas para la salud como drogas, alcohol y tabaco.
Schneiderman clasifica la
 conducta suicida en cuatro tipos:

1. La conducta suicida impulsiva, que generalmente se presenta después de una desilusión, de una frustración o de fuertes sentimientos de enojo;

2. la sensación de que la vida no vale la pena, sentimiento que suele resultar de un
 estado depresivo. Aquí, el adolescente considera que sus sentimientos de minusvalía y desamparo nunca desaparecerán;

3. una enfermedad grave, que puede llevar al individuo a pensar que "no
 hay otra salida", y 
4. el intento suicida como
 medio de comunicación, en donde el joven no desea morir pero, quiere comunicar algo por medio del

suicidio y, así, cambiar la forma en que lo tratan las personas que lo rodean. También puede ser un intento por
 atraer el interés de los demás o un medio para expresar sus sentimientos de enojo.

Farberow menciona que, en la gran mayoría de los casos de suicidio, suele
 haber un elemento de comunicación en el comportamiento del adolescente y que, generalmente, éste exterioriza llamadas previas de auxilio. Dicha comunicación puede presentarse en forma verbal, por medio de amenazas o de fantasías; o no verbal, en donde surgen desde verdaderos intentos de autodestrucción hasta comportamientos dañinos menos inmediatos y menos directos. Estas llamadas de auxilio se dirigen frecuentemente a personas específicas con el objeto de manipular, controlar o expresar algún mensaje a dichas personas, y con ello se espera provocar una respuesta particular. El joven intenta producir acciones o sentimientos particulares en las personas que lo rodean o pretende avergonzar o despertar sentimientos de culpa en ellos.
La adolescencia, como etapa de desarrollo de todo individuo, es una etapa dolorosa en que el joven pasa por cambios difíciles que le producen ansiedad y depresión. Por esto, la tentativa del suicidio es una de las conductas más significativas del adolescente. Por el contexto depresivo que la envuelve, la tentativa de suicidio plantea el problema de la depresión como vivencia existencial y como una verdadera crisis durante la adolescencia. La manipulación de la idea de
 muerte en el joven suele ser frecuente; sin embargo, hay que distinguir entre el adolescente que piensa en el suicidio, inclusive como una idea «romántica», y aquél que realmente lo lleva a cabo.
Durante esta etapa, el adolescente se siente muy inseguro en razón de su desarrollo
 corporal y, en ocasiones, puede llegar a sentir «que su cuerpo es algo aparte de él». De hecho, siente la necesidad de dominar su cuerpo que se encuentra en constante cambio; pero como puede vivir su cuerpo como un objeto casi externo y extraño, siente que en el momento del intento suicida su cuerpo no es el que realmente recibe la agresión ni que canaliza haciaél sus tendencias agresivas y destructivas. Por otro lado, durante la adolescencia, el individuo abandona gran parte de sus ideas e imágenes infantiles, tan importantes para él durante todo su desarrollo anterior. De esta manera el intento suicida puede ser la representación de su trabajo de duelo. Deacuerdo con Aberastury, durante la adolescencia se elaboran tres duelos básicos: a) el duelo por el cuerpo infantil, b) el duelo por la identidad y el rol infantil, y c) el duelo por los padres infantiles, es decir, el duelo por la imagen con que percibía a sus padres durante la infancia. En una situación ideal, la elaboración de estos duelos permitirá que el adolescente continúe con su desarrollo.

El suicidio de los adolescentes puede tener varios significados, aparte de los mencionados. Éstos son aplicables a todas las edades de la vida, pero debe advertirse que, en
 función de la madurez del individuo, hay significados que se aplican preferentemente a ciertos períodos de la vida.
Beachler describe varios significados posibles:
1.       La huida, es decir, el intento de escapar de una solución dolorosa o estresante mediante el atentado en contra de su vida, ya que ésta se percibe como insoportable; 
2. el duelo, cuando se atenta contra la vida propia después de la pérdida de un elemento importante de la persona;
3. el castigo, cuando el intento suicida se dirige a espiar                          una falta real o imaginaria. Aquí el joven se siente responsable por un acto negativo y desea auto castigarse para mitigar la culpa; 

4. el crimen, cuando el joven atenta contra su vida, pero también desea llevar a otro a la muerte;
5. la venganza, es decir, cuando se atenta contra la vida para provocar el remordimiento de otra persona o para infligirle la desaprobación de la comunidad; 6. la llamada de
 atención y el chantaje, cuando mediante el intento suicida se intenta ejercer presión sobre otro; 
7. el sacrificio, en donde se actúa contra la vida para adquirir un
 valor o un estado considerado superior, es morir por una causa, y
8. el
 juego, común en los adolescentes, cuando se atenta contra la vida para probarse a sí mismo o a los demás que se es valiente y parte del grupo.
Kovacs, por su parte, menciona que no puede considerarse la conducta suicida del joven como un acto plenamente dirigido por el deseo de morir; dice que el intento suicida involucra un debate interno, una lucha entre el deseo de morir y el de seguir vivo. El adolescente que intenta suicidarse, lucha internamente entre ambos deseos. Este dato es importante para las personas que desean ayudar a los adolescentes, pues se sabe que en su interior sí existe un deseo de seguir viviendo.
Por otro lado, algunos autores consideran que la impulsividad propia del adolescente explica en parte el acto suicida. Así, mientras mayor sea la impulsividad de un individuo, mayor será la posibilidad de autodestrucción. Sin embargo, para Haim, el factor más significativo del adolescente que intenta suicidarse, es su incapacidad interna de elaborar y superar los procesos de pérdida y duelo por los que pasa, de manera que prolonga sus sentimientos de decepción y dolor. A su vez, Peck encontró una relación entre la incapacidad del joven para manejar las situaciones angustiantes y la tendencia al suicidio, y una preocupación excesiva con respecto al fracaso. Así, la conducta autodestructiva puede entenderse como un mecanismo utilizado por algunos jóvenes para manejar tanto el estrés como las situaciones indeseables en la vida.
2. El adolescente suicida, la familia y el medio
En toda conducta destructiva existe una buena cantidad de agresión que puede dirigirse hacia adentro; es el caso de los estados depresivos y las tendencias autodestructivas; o dirigirse hacia afuera, por medio de actos delictivos o agresivos. Desde el punto de vista "interaccional", se ha aceptado que cuando la agresión se dirige hacia afuera, se establece una relación entre el que agrede (en este caso el adolescente) y quien recibe la agresión. Como la interacción puede darse en muchos niveles, desde el verbal hasta el físico, las dos personas o grupos que interactúan en este juego de agresión, lo hacen de la misma forma en que manejan el resto de su relación (la cual originalmente promovió la agresión) y, con seguridad, caerán en un círculo vicioso. Es decir, si el adolescente percibe cierto rechazo o la situación familiar le provoca sentimientos de enojo y de agresión, expresará estos sentimientos o el rechazo por diversos medios; a su vez la familia recibirá estas expresiones agresivas de la misma forma, lo que fomentará una mayor agresión hacia el joven y de esta manera se alimentará un círculo vicioso en donde se requiere de una verdadera comunicación para romper la cadena de agresiones. En caso de que el suicidio ocurra dentro de un contexto interaccional como éste, se observa que el comportamiento autodestructivo es un medio para comunicarle a los demás sentimientos, demandas o súplicas que el adolescente no sabe expresar de otra manera. Por lo tanto, el comportamiento autodestructivo se convierte en una comunicación con un propósito determinado y con un contenido dirigido hacia un público específico.
La seriedad del intento suicida radica en lo que el joven hace o deja de hacer para ser descubierto antes de morir. Si el
 fin del acto es comunicar un estado de descontento en general, el joven provocará ser descubierto antes de alcanzar su cometido de morir; sin embargo, aunque esta actuación es de menor gravedad que la de un adolescente que arregla todo para no ser descubierto, siempre debe prestarse la atención debida y ayudar al joven a elaborar y superar la crisis por la que pasa. 
¿Pero qué factores familiares pueden llevar a un joven a desear quitarse la vida? Existen desde luego factores que fomentan el suicidio en los adolescentes, pero que en sí mismos no son decisivos para que se decida hacer un intento suicida. Muchos de ellos pueden contribuir a la confusión y a la depresión del joven, pero se requiere la conjunción de una diversidad de factores para que se llegue al extremo de la autodestrucción.
Se ha observado que en las familias de adolescentes suicidas los padres tienden a ser débiles internamente y que a su vez padecen fuertes sentimientos de depresión, desesperanza y desaliento. El joven que por el momento en que pasa, sufre esos mismos sentimientos, no posee las
 herramientas para manejarlos, pues ha visto en casa una incapacidad para manejar sentimientos negativos. Por otro lado, las familias del individuo autodestructivo suelen tener problemas para controlar sus impulsos, es decir, los miembros de la familia tienden a ser impulsivos en su enfrentamiento diario con la vida. También puede existir una tendencia familiar a manejar el estrés de manera inadecuada, y el joven aprende que éste o cualquier tipo de presión son situaciones intolerables que deben evitarse a toda costa. 
En este tipo de familias suele haber
 conflictos constantes, particularmente separaciones, y antecedentes patológicos especialmente de alcoholismo o alguna adicción en uno o ambos padres.
En general, en estas familias existe una
 estructura alterada que se caracteriza por un sistema cerrado que inconscientemente prohibe a sus miembros comunicarse entre sí y relacionarse estrechamente con el exterior. De manera que el joven se siente aislado dentro y fuera de casa, en donde tampoco la comunicación se da abiertamente. 
En relación con el manejo afectivo, las familias de los adolescentes que tienden al suicidio, suelen mostrar un patrón agresivo de relación, con dificultades para expresar el enojo y la agresión, así como una depresión familiar generalizada. Las relaciones intrafamiliares se encuentran desbalanceadas y el adolescente -por norma- sirve de chivo expiatorio que carga con las culpas, los defectos o las partes malas de la familia. De esta manera, el joven deprimido siente que no es deseado y que no se le quiere, tiene un sentimiento doloroso de abandono que expresa por medio delaislamiento
 y, posteriormente, de un intento suicida. 
Resumiendo, las razones psicodinámicas más comunes en los intentos suicidas son:
·         Un dolor psíquico intolerable del cual se desea escapar;
·         Necesidades psicológicas frustradas, tales como : seguridad, confianza y logros;
·         Un intento por acabar con la conciencia, sobre todo la del dolor;
·         Falta de opciones, o bloqueo para verlas;
·         un impulso súbito de odio a sí mismo, en un marco de alineación grave, y
·         Una autoevaluación negativa, con autorrechazo, desvaloración, culpa, humillación, sensación de impotencia, desesperación y desamparo.
·         Un impulso súbito de odio hacia sí mismo, en un, humillación, sensación de impotencia, desesperación y desamparo.
Como se mencionó anteriormente, en el acto suicida siempre habrá una lucha interna entre el deseo de morir y el de seguir viviendo. Generalmente, el individuo suicida pedirá auxilio de una u otra forma. Si cerca de nosotros se encuentra algún adolescente cuyo comportamiento, ya sea verbal o no verbal, revela que el joven podría intentar suicidarse, hay que atender esas señales pues existe la posibilidad de ayudarlo o de buscar el apoyo de profesionales que pueden guiarlos en el manejo de sus problemas. 

La familia siempre será la
 fuente principal de apoyo y aceptación. En ocasiones, la inexperiencia o las propias vivencias pueden alterar el funcionamiento de la familia. Este hecho puede verse reflejado en la depresión de uno de los hijos. Lo importante no es encontrar culpables, sino descubrir el problema a tiempo para darle la mejor solución posible".
" El suicidio entre los jóvenes es una tragedia no mencionada en nuestra
 sociedad. De manera tradicional se ha evitado la idea de que nuestros jóvenes encuentran la vida tan dolorosa que de forma consciente y deliberada se causan la muerte. En algunos casos puede ser más fácil llamar " accidente" a un suicidio. El índice de suicidios para niños menores de 14 años de edad está incrementándose a un ritmo alarmante y para los adolescentes está aumentando aún más rápido.
En un estudio retrospectivo de admisiones a una sala de emergencias de un
 hospital pediátrico durante un periodo de 7 años, los investigadores identificaron a 505 niños y adolescentes que habían intentado suicidarse (Garfinkel, Froese y Hood, 1982). Este grupo fue comparado con un grupocontrol de niños que eran similares en edad, sexo y fecha de admisión. Los niños en el grupo suicida presentaron las siguientes características:
1.       Hubo tres veces más niñas que niños .
2.      Los síntomas clínicos mostrados más a menudo tanto por niños como por adolescentes fueron afecto fluctuante y agresividad, hostilidad o ambos.
3.      La mayor parte de los intentos de suicidio ocurrieron en el hogar (73%), el 12% en áreas públicas, el 7% en la escuela y el 5% en la casa de un amigo. En el 87% de los casos alguien más estaba cerca – por lo general los padres-.
4.      La mayor parte de los intentos fueron realizados durante los meses de invierno, en la tarde o en la noche.
5.       La sobredosis de fármacos fue el medio principal del intento de suicidio.
6.      Más del 77% de los intentos fueron considerados de letalidad baja, el 21% moderadamente letales y poco más del 1% muy letales.
3. Estudiantes universitarios suicidas.
El 20% de los estudiantes universitarios han abrigado pensamientos suicidas durante sus carreras universitarias.
Varias características de los suicidos estudiantiles se extrajeron de un estudio realizado en la
 Universidad de California en Berkeley ( Seiden, 1966, 1984). En comparación con los no suicidas, los estudiantes que cometieron suicidio:
·         Tendieron a ser mayores que el estudiante promedio por casi 4 años.
·         Estuvieron sobrerrepresentados de manera significativa entre los estudiantes posgraduados.
·         Tuvieron mayor probabilidad de ser hombres, aunque la proporción de mujeres suicidas fue más alta.
·         Tuvieron mayor probabilidad de ser estudiantes extranjeros y estudiar especialidades en idioma o literatura.
·         Como subgraduados tendieron a presentar mejores expedientes académicos, pero como estudiantes posgraduados estuvieron por debajo del promedio de calificaciones.
Razones para el suicidio de estudiantes.
Primero:
Mientras que la proporción de suicidios masculinos a femeninos en la
 población en general es de 3:1, para los estudiantes universitarios es de 1.5:1.
Segundo:
El hecho de que los subgraduados que cometen suicidio tengan mejores expedientes escolares que la población universitaria en general revela una paradoja dolorosa. Para las
 normas objetivas, los estudiantes suicidas se desempeñaban bien en la escuela. Sin embargo, amigos y parientes reportan que casi todos ellos estaban insatisfechos con su desempeño académico. Estaban llenos de dudas acerca de su propia capacidad para tener éxito. Una explicación para estos sentimientos es que los estudiantes estaban muy motivados hacia el logro y tenían expectativas irrealmente altas para sí mismos.
Tercero y relacionado con el anterior, muchos estudiantes suicidas sienten una vergüenza abrumadora y deshonra debido a su sensación de haberle fallado a los demás.
Las otras víctimas del suicidio.
Parientes y amigos. Cuando ocurre un suicidio los pensamientos se vuelven de inmediato a la persona que se ha provocado la muerte. ¿Qué dolor insoportable estaba sufriendo para justificar un fin así? Pero las verdaderas víctimas de esta tragedia a menudo son la familia, parientes y amigos que son dejados atrás para enfrentar todo lo que implica este acto.
Elizabeth Kubler- Ross (1983), una psiquiatra que ha investigado y escrito de manera extensa acerca de la muerte y la agonía, ha perfilado una serie de reacciones que las personas experimentan cuando un miembro de la familia ha cometido suicidio:
La primera de 3 etapas se caracteriza por conmoción, negación y aturdimiento. Les es difícil hablar al respecto, tienden a evitar usar la
 palabra suicidio y pasan por los arreglos del funeral como si no tuviera significado personal. El dolor es tanto, que se cierran a sus propios sentimientos.
En la segunda etapa, comienzan a experimentar pena. Tratan de culpar a alguien o a sí mismos por lo que pasó y por último expresan
 cólera hacia el difunto: ¿Cómo pudiste hacernos esto?.
La tercera etapa es dejarlo ir, o terminar un asunto incompleto ( como el hecho de pensar: "nunca le dije que lo amaba").
4. Factores bioquímicos del suicidio.
Ni una perspectiva puramente sociológica o psicológica parecen explicar adecuadamente las causas del suicidio. También es probable que estén implicados otros factores. Por ejemplo, en forma consistente con la evidencia fuerte de que los neurotransmisores químicos están asociados con la depresión y la manía, evidencia similar muestra que la depresión está relacionada con la bioquímica. Se ha encontrado que el fluido espinal de algunos pacientes deprimidos contiene cantidades anormalmente bajas de 5HIAA (ácido 5 hidroxindoleacético), el cual es producido cuando la serotonina, un neurotransmisor que afecta los estados de ánimo y las emociones se desintegra en el cuerpo. Es más. Existe alguna evidencia de que los receptores de serotonina en el tallo cerebral y en la corteza frontal pueden estar deteriorados. A esto se le conoce como "transtorno bipolar".
En realidad no se puede decir exactamente cuales pueden ser los verdaderos motivos para que un adolescente decida suicidarse, ya que debido a el transtorno bipolar ha habido jóvenes que aparentemente lo tenían todo en la vida: salud, una familia estable, un círculo amplio de amistades y buen nivel académico que lo han intentado, pero muchos de ellos han logrado salvarse gracias a los avances de
 la ciencia ya que se les ha detectado el transtorno bipolar y se les ha puesto bajo tratamiento médico. 
Considero que
 nada ni nadie justifica el cometer un acto de tal naturaleza, sobre todo por el dolor que se deja a los demás y creo que tal vez una de nuestras labores como docentes que convivimos a diario con cientos de jóvenes es buscar la manera de sensibilizarlos y orientarlos en cuanto a este tipo de problemática y evitar en lo posible convertirnos nosotros mismos en "las otras víctimas del suicidio".
a venganza, es decir, cuando se atenta contra la vida para provocar el remordimiento de otra persona o para infligirle la desaprobación de lacomunidad; 6. la llamada de atención y el chantaje, cuando mediante el intento suicida se intenta ejercer presión sobre otro; 
7. el sacrificio, en donde se actúa contra la vida para adquirir un
 valor o un estado considerado superior, es morir por una causa, y
8. el
 juego, común en los adolescentes, cuando se atenta contra la vida para probarse a sí mismo o a los demás que se es valiente y parte del grupo.

Kovacs, por su parte, menciona que no puede considerarse la conducta suicida del joven como un acto plenamente dirigido por el deseo de morir; dice que el intento suicida involucra un
 debate interno, una lucha entre el deseo de morir y el de seguir vivo. El adolescente que intenta suicidarse, lucha internamente entre ambos deseos. Este dato es importante para las personas que desean ayudar a los adolescentes, pues se sabe que en su interior sí existe un deseo de seguir viviendo.
Por otro lado, algunos autores consideran que la impulsividad propia del adolescente explica en parte el acto suicida. Así, mientras mayor sea la impulsividad de un individuo, mayor será la posibilidad de autodestrucción. Sin embargo, para Haim, el
 factor más significativo del adolescente que intenta suicidarse, es su incapacidad interna de elaborar y superar los procesos de pérdida y duelo por los que pasa, de manera que prolonga sus sentimientos de decepción y dolor. A su vez, Peck encontró una relación entre la incapacidad del joven para manejar las situaciones angustiantes y la tendencia al suicidio, y una preocupación excesiva con respecto al fracaso. Así, la conducta autodestructiva puede entenderse como un mecanismo utilizado por algunos jóvenes para manejar tanto el estrés como las situaciones indeseables en la vida.
2. El adolescente suicida, la familia y el medio
En toda conducta destructiva existe una buena cantidad de agresión que puede dirigirse hacia adentro; es el caso de los estados depresivos y las tendencias autodestructivas; o dirigirse hacia afuera, por medio de actos delictivos o agresivos. Desde el punto de vista "interaccionar", se ha aceptado que cuando la agresión se dirige hacia afuera, se establece una relación entre el que agrede (en este caso el adolescente) y quien recibe la agresión. Como la interacción puede darse en muchos niveles, desde el verbal hasta el físico, las dos personas o grupos que interactúan en este juego de agresión, lo hacen de la misma forma en que manejan el resto de su relación (la cual originalmente promovió la agresión) y, con seguridad, caerán en un círculo vicioso. Es decir, si el adolescente percibe cierto rechazo o la situación familiar le provoca sentimientos de enojo y de agresión, expresará estos sentimientos o el rechazo por diversos medios; a su vez la familia recibirá estas expresiones agresivas de la misma forma, lo que fomentará una mayor agresión hacia el joven y de esta manera se alimentará un círculo vicioso en donde se requiere de una verdadera comunicación para romper la cadena de agresiones. En caso de que el suicidio ocurra dentro de un contexto interaccionar como éste, se observa que el comportamiento autodestructivo es un medio para comunicarle a los demás sentimientos, demandas o súplicas que el adolescente no sabe expresar de otra manera. Por lo tanto, el comportamiento autodestructivo se convierte en una comunicación con un propósito determinado y con un contenido dirigido hacia un público específico.
La seriedad del intento suicida radica en lo que el joven hace o deja de hacer para ser descubierto antes de morir. Si el
 fin del acto es comunicar un estado de descontento en general, el joven provocará ser descubierto antes de alcanzar su cometido de morir; sin embargo, aunque esta actuación es de menor gravedad que la de un adolescente que arregla todo para no ser descubierto, siempre debe prestarse la atención debida y ayudar al joven a elaborar y superar la crisis por la que pasa. 
¿Pero qué factores familiares pueden llevar a un joven a desear quitarse la vida? Existen desde luego factores que fomentan el suicidio en los adolescentes, pero que en sí mismos no son decisivos para que se decida hacer un intento suicida. Muchos de ellos pueden contribuir a la confusión y a la depresión del joven, pero se requiere la conjunción de una diversidad de factores para que se llegue al extremo de la autodestrucción.
Se ha observado que en las familias de adolescentes suicidas los padres tienden a ser débiles internamente y que a su vez padecen fuertes sentimientos de depresión, desesperanza y desaliento. El joven que por el momento en que pasa, sufre esos mismos sentimientos, no posee las
 herramientas para manejarlos, pues ha visto en casa una incapacidad para manejar sentimientos negativos. Por otro lado, las familias del individuo autodestructivo suelen tener problemas para controlar sus impulsos, es decir, los miembros de la familia tienden a ser impulsivos en su enfrentamiento diario con la vida. También puede existir una tendencia familiar a manejar el estrés de manera inadecuada, y el joven aprende que éste o cualquier tipo de presión son situaciones intolerables que deben evitarse a toda costa. 
En este tipo de familias suele haber
 conflictos constantes, particularmente separaciones, y antecedentes patológicos especialmente de alcoholismo o alguna adicción en uno o ambos padres.

En general, en estas familias existe una
 estructura alterada que se caracteriza por un sistema cerrado que inconscientemente prohibe a sus miembros comunicarse entre sí y relacionarse estrechamente con el exterior. De manera que el joven se siente aislado dentro y fuera de casa, en donde tampoco la comunicación se da abiertamente. 
En relación con el manejo afectivo, las familias de los adolescentes que tienden al suicidio, suelen mostrar un patrón agresivo de relación, con dificultades para expresar el enojo y la agresión, así como una depresión familiar generalizada. Las relaciones intrafamiliares se encuentran desbalanceadas y el adolescente -por norma- sirve de chivo expiatorio que carga con las culpas, los defectos o las partes malas de la familia. De esta manera, el joven deprimido siente que no es deseado y que no se le quiere, tiene un sentimiento doloroso de abandono que expresa por medio delaislamiento
 y, posteriormente, de un intento suicida. 

Resumiendo, las razones psicodinámicas más comunes en los intentos suicidas son:
·         Un dolor psíquico intolerable del cual se desea escapar;
·         Necesidades psicológicas frustradas, tales como : seguridad, confianza y logros;
·         Un intento por acabar con la conciencia, sobre todo la del dolor;
·         Falta de opciones, o bloqueo para verlas;
·         un impulso súbito de odio a sí mismo, en un marco de alineación grave, y
·         Una autoevaluación negativa, con autor rechazo, des valoración, culpa, humillación, sensación de impotencia, desesperación y desamparo.
·         Un impulso súbito de odio hacia sí mismo, en un, humillación, sensación de impotencia, desesperación y desamparo.
Como se mencionó anteriormente, en el acto suicida siempre habrá una lucha interna entre el deseo de morir y el de seguir viviendo. Generalmente, el individuo suicida pedirá auxilio de una u otra forma. Si cerca de nosotros se encuentra algún adolescente cuyo comportamiento, ya sea verbal o no verbal, revela que el joven podría intentar suicidarse, hay que atender esas señales pues existe la posibilidad de ayudarlo o de buscar el apoyo de profesionales que pueden guiarlos en el manejo de sus problemas. 
La familia siempre será la
 fuente principal de apoyo y aceptación. En ocasiones, la inexperiencia o las propias vivencias pueden alterar el funcionamiento de la familia. Este hecho puede verse reflejado en la depresión de uno de los hijos. Lo importante no es encontrar culpables, sino descubrir el problema a tiempo para darle la mejor solución posible".
" El suicidio entre los jóvenes es una tragedia no mencionada en nuestra
 sociedad. De manera tradicional se ha evitado la idea de que nuestros jóvenes encuentran la vida tan dolorosa que de forma consciente y deliberada se causan la muerte. En algunos casos puede ser más fácil llamar " accidente" a un suicidio. El índice de suicidios para niños menores de 14 años de edad está incrementándose a un ritmo alarmante y para los adolescentes está aumentando aún más rápido.
En un estudio retrospectivo de admisiones a una sala de emergencias de un
 hospital pediátrico durante un periodo de 7 años, los investigadores identificaron a 505 niños y adolescentes que habían intentado suicidarse (Garfinkel, Froese y Hood, 1982). Este grupo fue comparado con un grupocontrol de niños que eran similares en edad, sexo y fecha de admisión. Los niños en el grupo suicida presentaron las siguientes características:
1.      Hubo tres veces más niñas que niños.
2.      Los síntomas clínicos mostrados más a menudo tanto por niños como por adolescentes fueron afecto fluctuante y agresividad, hostilidad o ambos.
3.      La mayor parte de los intentos de suicidio ocurrieron en el hogar (73%), el 12% en áreas públicas, el 7% en la escuela y el 5% en la casa de un amigo. En el 87% de los casos alguien más estaba cerca – por lo general los padres-.
4.      La mayor parte de los intentos fueron realizados durante los meses de invierno, en la tarde o en la noche.
5.      La sobredosis de fármacos fue el medio principal del intento de suicidio.
6.      Más del 77% de los intentos fueron considerados de letalidad baja, el 21% moderadamente letales y poco más del 1% muy letales.
El 20% de los estudiantes universitarios han abrigado pensamientos suicidas durante sus carreras universitarias.

Varias características de los suicidos estudiantiles se extrajeron de un estudio realizado en la
 Universidad de California en Berkeley ( Seiden, 1966, 1984). En comparación con los no suicidas, los estudiantes que cometieron suicidio:
·         Tendieron a ser mayores que el estudiante promedio por casi 4 años.
·         Estuvieron sobrerrepresentados de manera significativa entre los estudiantes posgraduados.
·         Tuvieron mayor probabilidad de ser hombres, aunque la proporción de mujeres suicidas fue más alta.
·         Tuvieron mayor probabilidad de ser estudiantes extranjeros y estudiar especialidades en idioma o literatura.
·         Como subgraduados tendieron a presentar mejores expedientes académicos, pero como estudiantes posgraduados estuvieron por debajo del promedio de calificaciones.
Razones para el suicidio de estudiantes.

Primero:

Mientras que la proporción de suicidios masculinos a femeninos en la
 población en general es de 3:1, para los estudiantes universitarios es de 1.5:1.

Segundo:

El hecho de que los subgraduados que cometen suicidio tengan mejores expedientes escolares que la población universitaria en general revela una paradoja dolorosa. Para las
 normas objetivas, los estudiantes suicidas se desempeñaban bien en la escuela. Sin embargo, amigos y parientes reportan que casi todos ellos estaban insatisfechos con su desempeño académico. Estaban llenos de dudas acerca de su propia capacidad para tener éxito. Una explicación para estos sentimientos es que los estudiantes estaban muy motivados hacia el logro y tenían expectativas irrealmente altas para sí mismos.
Tercero y relacionado con el anterior, muchos estudiantes suicidas sienten una vergüenza abrumadora y deshonra debido a su sensación de haberle fallado a los demás.
Las otras víctimas del suicidio.

Parientes y amigos. Cuando ocurre un suicidio los pensamientos se vuelven de inmediato a la persona que se ha provocado la muerte. ¿Qué dolor insoportable estaba sufriendo para justificar un fin así? Pero las verdaderas víctimas de esta tragedia a menudo son la familia, parientes y amigos que son dejados atrás para enfrentar todo lo que implica este acto.

Elizabeth Kubler- Ross (1983), una psiquiatra que ha investigado y escrito de manera extensa acerca de la muerte y la agonía, ha perfilado una serie de reacciones que las personas experimentan cuando un miembro de la familia ha cometido suicidio:
La primera de 3 etapas se caracteriza por conmoción, negación y aturdimiento. Les es difícil hablar al respecto, tienden a evitar usar la
 palabra suicidio y pasan por los arreglos del funeral como si no tuviera significado personal. El dolor es tanto, que se cierran a sus propios sentimientos.
En la segunda etapa, comienzan a experimentar pena. Tratan de culpar a alguien o a sí mismos por lo que pasó y por último expresan cólera hacia el difunto: ¿Cómo pudiste hacernos esto?.
La tercera etapa es dejarlo ir, o terminar un asunto incompleto (como el hecho de pensar: "nunca le dije que lo amaba").
4. Factores bioquímicos del suicidio.
Ni una perspectiva puramente sociológica o psicológica parece explicar adecuadamente las causas del suicidio. También es probable que estén implicados otros factores. Por ejemplo, en forma consistente con la evidencia fuerte de que los neurotransmisores químicos están asociados con la depresión y la manía, evidencia similar muestra que la depresión está relacionada con la bioquímica. Se ha encontrado que el fluido espinal de algunos pacientes deprimidos contiene cantidades a normalmente bajas de 5HIAA (ácido 5 hidroxindoleacético), el cual es producido cuando la serotonina, un neurotransmisor que afecta los estados de ánimo y las emociones se desintegra en el cuerpo. Es más. Existe alguna evidencia de que los receptores de serotonina en el tallo cerebral y en la corteza frontal pueden estar deteriorados. A esto se le conoce como "trastorno bipolar".

En realidad no se puede decir exactamente cuáles pueden ser los verdaderos motivos para que un adolescente decida suicidarse, ya que debido a el trastorno bipolar ha habido jóvenes que aparentemente lo tenían todo en la vida: salud, una familia estable, un círculo amplio de amistades y buen nivel académico que lo han intentado, pero muchos de ellos han logrado salvarse gracias a los avances de
 la ciencia ya que se les ha detectado el trastorno bipolar y se les ha puesto bajo tratamiento médico. 
Considero que
 nada ni nadie justifica el cometer un acto de tal naturaleza, sobre todo por el dolor que se deja a los demás y creo que tal vez una de nuestras labores como docentes que convivimos a diario con cientos de jóvenes es buscar la manera de sensibilizarlos y orientarlos en cuanto a este tipo de problemática y evitar en lo posible convertirnos nosotros mismos en "las otras víctimas del suicidio".

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